Septiembre de 2019 marcó un hito importante en el crecimiento de CFT Group. Y es que se inauguró el nuevo edificio de oficinas de la sede central de Parma, construido para hacer frente al constante crecimiento del Grupo y orientado al diseño y la sostenibilidad medioambiental. El profesor Carlo Quintelli y la arquitecta Mariangela Valesi, responsables respectivamente del diseño conceptual y del desarrollo del proyecto, nos cuentan las principales características. Profesor Quintelli, ¿cuál es el concepto de esta nueva arquitectura? En primer lugar, se trata de una nueva arquitectura que se suma a la «ciudad»» ya existente de CFT Group, compuesta por instalaciones de producción, «plazas» para la logística y espacios habitados donde se desarrollan multitud de actividades productivas, materiales e inmateriales. Esta ampliación se configura así como una pieza urbana adicional, conectada a las oficinas existentes por un puente habitado, es decir, con salas de reuniones y espacios recreativos, pasillos y escaleras concebidos como lugares colectivos, el «teatro»» de la sala de conferencias, el jardín de invierno y las terrazas exteriores, o las oficinas distribuidas según compartimentos claramente identificados. Desde el punto de vista de la disposición, el factor principal es la orientación norte-sur del edificio, coherente con la matriz cardo-decumana de la cuadrícula romana que caracteriza la región de Emilia. ¿En qué medida influyeron la historia y la visión de futuro del grupo CFT en el diseño conceptual? Las características estéticas del edificio reflejan sin duda el valor formal de los productos de CFT Group. Basta con observar la dialéctica plástica entre elementos lineales, ortogonales y circulares, cóncavos y convexos, para captar la analogía con las formas de los componentes de acero que caracterizan los productos de la mecánica de CFT Group, los que encontramos en su historia y en sus instalaciones actuales más innovadoras. El proyecto desarrolla así una expresión de matriz modernista denotada por figuras geométricas marcadas y correlacionadas con precisión, según la mejor tradición del diseño italiano, donde la innovación estética y la lógica funcional encuentran una conjugación equilibrada. Por otro lado, la arquitectura está pensada para durar, no es un producto de consumo, como los sistemas de CFT Group.
Arquitecto Valesi, ¿cuáles son las características especiales del nuevo edificio en cuanto a funcionalidad y sostenibilidad medioambiental? El nuevo edificio consta de tres niveles, planta baja y primer nivel operativo, incluido el puente de conexión, y la planta de dirección en el segundo piso, con una superficie total de más de 3000 metros cuadrados, además de terrazas y zonas verdes en el jardín adyacente. La racionalidad distributiva se sirve de un largo eje central, donde se insertan la escalera principal y el ascensor, al que dan los distintos sectores de oficinas (privadas y diáfanas), salas de reuniones y zonas de servicio. La luminosidad y alta calidad visual de las oficinas es uno de los objetivos del proyecto, funcional al bienestar de los operadores-habitantes, realizado a través de grandes ventanales a toda altura con lamas motorizadas y paredes interiores acristaladas, además de la cavidad lucernario del jardín de invierno, facilitando así la visibilidad de toda la zona verde, jardín y terrazas. Una planta geotérmica de nueva generación combinada con paneles solares y una envolvente de paredes y marcos de ventanas con alto aislamiento e inercia térmica, asistidos por un sistema inteligente de automatización energéticamente eficiente, también califican el proyecto en términos de sostenibilidad medioambiental. ¿Qué otros aspectos cualitativos caracterizan el proyecto? El aspecto cromático, por ejemplo, se estudió cuidadosamente, dada la identidad estética del producto para la industria alimentaria de CFT Group. Así pues, se utilizó una dominante blanca y luminosa, sobre la que se injertaron colores complementarios mediante el uso de grises con diferentes variaciones tonales, con el suelo de gres, los marcos metálicos de las ventanas y la latonería. Algunos detalles de acero inoxidable, como el sistema de tope para los pies y las barandillas de las escaleras lineales en lugar de las columnas del jardín de invierno, remiten directamente a la cultura manufacturera de la empresa. El mobiliario se caracteriza por el blanco dominante, con inserciones de paneles de acero inoxidable satinado y otros componentes, que denotan los distintos niveles operativos, utilizando los colores azul y verde. La planta ejecutiva, que también tiene requisitos de representación, ofrece elementos de mobiliario en tonos más cálidos y elegantes, pero manteniéndose dentro de una sobriedad formal y cromática que distingue la imagen global del edificio. La maquinaria restaurada como testimonio histórico y las imágenes fotográficas de autor sobre la realidad contemporánea de la empresa completan y devuelven una calidad y una denotación visual especiales al paisaje interior.