El Modelo de Negocio ATS (ABM), introducido por ATS Automation en CFT, pretende ser un lenguaje común para crear una cultura generalizada en la que las personas sean el punto de partida. El ABM se basa en las metodologías Lean, es decir, un método probado y sistemático de prevención del desperdicio, resolución de problemas y mejora continua (kaizen) de los procesos para asegurarse de crear valor para el cliente (rendimiento).
«No tener problemas es el mayor problema de todos», Taiici Ohno
¿Por qué el modelo de negocio ATS? Porque pone al cliente en el centro
El punto de partida de este modelo es el valor, que «solo puede definir el cliente final. Solo adquiere sentido cuando se expresa en términos de un producto/servicio capaz de satisfacer sus necesidades a un precio y en un momento determinados» (1).
El valor que creamos para el cliente está representado por todas aquellas características de nuestro producto/servicio que el cliente considera necesarias y por las que está dispuesto a pagar. El flujo de valor incluye todas las actividades y acciones necesarias, tanto las que aportan valor como las que no. Estas últimas se definen como «muda» (desperdicio). El desperdicio incluye cualquier actividad que absorba recursos y no cree valor: defectos en los productos que requieran reelaboración, traslado y transporte de mercancías de un lugar a otro sin motivo, espera de actividades que no se completan a tiempo. Por tanto, conocer y saber reconocer dónde está el desperdicio es tan importante como analizarlo y reducirlo o eliminarlo.
Junto con el cliente final, también es crucial conocer y colaborar con los clientes internos (compañeros), garantizando que todo el flujo de actividades fluya con el mínimo desperdicio.
¿Cómo? ¡Midamóslo!
The Plan-Do-Check-Act cycle underlies every method and tool we apply: we measure our objectives and activities with numerical indicators, check for deviations, implement actions to reduce them and check their effectiveness. Proven methods include: problem solving that leads us to identifying the root cause of problems, visual management to quickly highlight problems, process mapping, setting standards for meetings and daily routines.
Mejora continua con ABM.
El ciclo Planificar-Hacer-Verificar-Actuar es la base de todo método y herramienta aplicados: medimos nuestros objetivos y actividades con indicadores numéricos, comprobamos la desviación, ponemos en marcha acciones para reducirla y verificamos su eficacia. Entre los métodos probados se incluyen la resolución de problemas, que nos guía para identificar la raíz de los mismos, la gestión visual para poder centrárnos rápidamente en los problemas, el mapeo de procesos, el establecimiento de normas para las reuniones y las rutinas diarias.
Es una responsabilidad compartida
El modelo de negocio ATS solo puede funcionar con la implicación y el compromiso de todos y cada uno de nosotros, porque la forma «real» de hacer Lean está fuertemente ligada al comportamiento: establecer normas, seguirlas con disciplina y método, cada día, con tenacidad. Cada uno de nosotros está llamado personalmente a conocer estas herramientas e integrarlas en sus propias actividades con el fin de racionalizarlas.
Cuando el compromiso constante con la mejora continua se convierte en un método de trabajo en todos los niveles de la organización, podemos ver mejoras en el rendimiento, disciplinar los procesos y ver los problemas como oportunidades de mejora. Y, sobre todo, hace que seamos capaces de trabajar bien en equipo, como un grupo de personas que confían unas en otras, se confrontan, están dispuestas a dar feedback y a recibirlo con el objetivo común de crear valor para nuestro cliente interno y externo.
«It’s easy to have a complicated idea. It’s very hard to have a simple idea»
(1) «Lean Thinking», J.P. Womack, D.T. Jones